“En verdad Dios debe amar a las personas comunes porque ¡hizo tantas de ellas!”.
Abraham Lincoln
El pasado 16 de agosto muchos fueron los sorprendidos, otros
medianamente y otros absolutamente desconocedores de la marcada línea social
que caracterizará al gobierno recién constituido por el Presidente Danilo
Medina.
Algunos más que otros, posteaban en las redes sociales,
simultáneamente el Presidente enunciaba su Programa de Gobierno durante su Discurso
de investidura, que su gestión estará marcada por la corriente amartyana, sobre
el desarrollo social y el enfoque de capacidades.
Muchos ni recuerdan cuando Danilo, al cabo de un tiempo
después de renunciarle a Leonel en el año 2006, presentó un proyecto a la
Sociedad Dominicana que si mal no recuerdo se denominó el Banco de los Pobres. Debo reconocer que no soy cientista social,
solo periodista, pero me llamó poderosamente la atención, su énfasis en
dinamizar el sistema de las pymes,
capitalizar el desarrollo humano posibilitando competencias, individuales y
colectivas para el cambio social.
Ahora, que tiene todo a su favor, siendo el Presidente de la
República, ha conformado un gabinete de funcionarios que según los expertos,
podrán ayudarlo a concretizar lo que ayer fue su proyecto donde solo unos
tantos le dieron crédito, ahora será para beneficio de muchos. El que quiera
apoyar a Danilo que crea en él y que lo dejen gobernar.
Antes de hablar de lo que se conoce como desarrollo humano en términos bien concretos,
es mejor explicarlo a lo dominicano, y a sabiendas de que, quien perfiló un
documento que es el marco de referencia de cualquier política social estatal donde
prime el bienestar de la mayoría e incluya un perfil de la pobreza más concreto
fue Miguel Ceara-Hatton, Coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para el año 2010,
fecha de publicación del Informe “Política social: capacidades y
derechos”.
En ese documento el doctor Ceara-Hatton dice en el prólogo
del mismo lo siguiente: “Se ofrece una visión de cómo deben organizarse las
diferentes instancias institucionales y áreas de intervención de las políticas
públicas a partir de dos ideas centrales: ¿cómo mejorar las condiciones de vida
de la población? Y ¿cómo hacer que ello sea una cuestión de derechos y no de
poder? Los instrumentos de política son conocidos, poco podemos avanzar en ese
sentido, pero donde sí podemos actuar es en lograr la adecuada combinación de
los instrumentos, a fin de ampliar las libertades reales de las personas para
elegir lo que valoran en la vida”.
Y lo que es más el licenciado Temistocles Montas, quien fue
ratificado en su puesto de Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, y
quien a instancias del gobierno solicitó, aupó y apoyó el referido Informe,
definiéndolo como un insumo valioso para enriquecer el debate en torno al diseño e implementación de las
políticas sociales, que se reflejaron más tarde, en lo que es el marco de
desarrollo de la nación dominicana, la Estrategia Nacional de Desarrollo
2010-2030, a la que tanto se refirió el Presidente Medina en su discurso.
Si vemos todo lo anterior, hay coherencia en el pensamiento
de Danilo, y no es un improvisador, el sabe a qué se refiere cuando habla de
una país con ciudadanos de derecho, no ciudadanos de poder como hemos vivido
hasta ahora en el país, vislumbrando una Quisqueya
sin Miseria, y una nación con el poder de la educación, como el denominó el
otro nombre de la libertad.
Desarrollo humano según la idea de Amartya Sen, economista
nacido en la India pero de nacionalidad estadounidense, Premio Nobel de
Economía, 1998, y profesor de la Universidad de Harvard es: “El desarrollohumano, como enfoque, se ocupa de lo que yo considero la idea básica dedesarrollo: concretamente, el aumento de la riqueza de la vida humana en lugarde la riqueza de la economía en la que los seres humanos viven, que es sólo unaparte de la vida misma”.
La justicia, la ley y el orden tendrán un rostro humano en
el gobierno de Danilo Medina. Eso esperamos todas y todos los dominicanos,
pobres y ricos, clasemedia y aquellos que todo lo pueden, los tutunpotes, como les llamó su maestro Juan Bosch. Quizás
algunos de estos últimos no le den crédito aun, pero llegará el momento si lo
dejan gobernar tranquilo, en el cual él se encargará de ampliar las opciones
individuales del ser humano, empoderando a los pobres a tener voz propia,
dándole a la nación dominicana un rostro diferente: con gente íntegra y
digna.