miércoles, 9 de noviembre de 2011

Maria del Mar, o la otra mirada disidente


No se por donde empezar. Por reconocer que todavia hay esperanza. O por celebrar las disidencias. Hay maestros y maestras que llegan a nuestras vidas de lejos, de cerca, en espacios intermedios, pero que nos impactan.
Maria del Mar Mella Lora, una niña mujer que se ha erigido como la roca indomable. Frágil, menudita, bonita, toda una jevita. Pues no, esa pequeñita muchachita se ha cogido a pecho su titánica misión de hacer conciencia a la masa crítica del Estado de que hay que sacudirse y cambiar el status quo operante, haciendo cumplir las leyes, principio soberano amparado por la Constitución de la República Dominicana.
Parecen frases trasnochadas de unos años setenta idos con sangre y fuego. Llegaron los ochenta, donde surgieron cabezas pensantes y disidentes pero mas aburguesadas o al menos mas clasemediaspensantes. Ahi como que se estancó la cosa y el sistema aprovechó para hacer lo suyo, imponer criterios neoliberales y poco ortodoxos de ejercer la política, ejecutar la cosa pública y favorecer la corrupción dentro y fuera del Estado creando favoritos y favorecidos.
Muchos nos hicimos de la vista gorda, con cierto sabor amargo desde nuestro llamado confort, porque por comodidad nos costaba sacar cabeza dentro del rampante sortilegio del desarrollismo despiadado y feroz, que fue achicando las oportunidades de un Estado de Bienestar para todos y todas.
Como una suerte de bofetada, esta niña bien, hija de papi y mami, se puso los pantalones y dijo basta y para sorpresa de muchos, ahora liderea un grupo de chicos y chicas, llamados los Libertarios, quienes sin pensárselo ni una ni dos veces, utilizaron un método radical para manifestar su descontento social.
Encerrarse en un plantel escolar público, fue lo máximo para ella y los que les siguieron, asi creyeron ingenuamente y con la candidez de los que creen con el corazón mas que con la razón. Protestar por la indignación que causa a toda la Nación el hecho de que se nos ha negado el derecho a una educación digna, a un futuro como Nación donde se posibilite el surgimiento de mentes claras y pensantes, se nos ha castigado temporalmente extendiéndole mas plazos a vivir en la ignorancia, madre de la injustica social.
Ella se hartó y pienso que se habrá dicho a si misma, protestaremos desde las fauces de nuestro dolor, una educación mansillada en medio de un edificio escolar simbólico en una zona histórica, olvidada en la periferia.
Este movimiento, el de los Libertarios, abortado a destiempo pero no por ello desestimado como simiente de una lucha particular, desvinculada de la Coalición que practicamente le ha dado la espalda; debe sacar el pecho y mostrarse orgulloso de tener como líder a una carajita bien nacida, en cuna de oro, pero con unos padres y unos tios, rosquizquierdas en el bueno sentido de la palabra, quienes les inyectaron la suficiente materia gris para que sepa mantenerse firme en sus ideales y que entienden que disentir no significa apartarse, ser obstinado ni mucho menos loco, simplemente que se es diferente, te sales del montón, no te apartas del rebaño pero no andas como borrego. Tienes voz propia por eso, algunos te admiramos y seguiremos tus pasos, Maria del Mar.
Muchos dominicanos nos sentimos orgullosos de ti. Sigue soñando con un mundo mejor.