sábado, 10 de diciembre de 2011

A mi amiga María, la de Valencia

El pasado martes 6 de diciembre cumplió años mi entrañable amiga María, pero este cumpleaños fue especial, fue el primero en mis años de amistad con ella que se me pasó dicha fecha. Ella me escribió anoche triste porque no me acordé de ese día tan especial.
Quiero aprovechar mi bitácora para expresarle mi cariño y mis disculpas. Ya que estoy en este momento tan personal me gustaría hablarle de lo mucho que la aprecio y valoro.
Hay cosas que van de la mano, una amiga que te tiende su mano bajo cualquier circunstancia y que se crece con el tiempo pese a la distancia que nos separa.
He pensado en María, cuando leo los diarios españoles y me indigno ante tanto descaro, como se jactan nobles y funcionarios en presumir de inocencia cuando los hechos lo delatan, y ella como su compañero Javi y otros tantos, tienen que trabajar de sol a sol para llegar a fin de mes. Me duele que se fue detras de un sueño y ese se encoge ante la crisis económica que angustia a las y los españoles y los que fueron en pos de una esperanza, mejorar su estilo de vida y la de los suyos.
La contracción económica española en caída desde el 2008 afecta a mas de la media de los hogares. El ver que una persona descienda de una clase social a otra duele cuando las causas no las provocó ella, duele aun más. Cuando estuve por alli visitándoles de vacaciones pude percibir lo que se avecinaba: cambiar de estilo de vida, como se insertaban en el mercado laboral con empleos disimiles a sus capacidades profesionales adquiridas y cambios en el patrón de consumo de productos y bienes perecederos. Les cuento que acá nos está pasando lo mismo, es decir que no estan solos. La crisis nos une, para bien y para mal.
Pienso en María cuando desde hace dos semanas tengo a mi padre enfermo y rememoro sus días de pena cuando su padre enfermó y tuvo que despedirlo para siempre. Es duro ver a un roble caer, mi papi al igual como lo fue el suyo, no da su brazo a torcer y se mantiene en pie de guerra contra la batalla que le está jugando su cuerpo.
Nosotras, salimos a ellos, tercas y testaduras, pero sensibles ante las injusticias.
María, quiero que sepas que aqui en Dominicana hay alguien que te quiere, se hermana contigo y te agradece todos los momentos vividos como amigas y cómplices, todo lo que me has enseñado, tu ejemplo de vida es digno de admiración y eso es lo mejor que tienes que ofrecer como persona. Espero verte pronto. Feliz cumpleaños.