miércoles, 28 de diciembre de 2011

Villa Miseria Resort, to go

De un tiempo a esta parte se ha puesto de moda entre los viajantes del llamado Primer Mundo un tipo de turismo que raya en el voyerismo, en el regodearse con la miseria ajena. Ese turismo algunos estudiosos le denominan poorism, o turismo de la pobreza.
Este tipo de turismo surgió -entre otras razones-, como resultado del movimiento de agencias cooperantes y entidades sin fines de lucro que trabajaban o auxilian a los mas necesitados, procurando la solidaridad de los que mas tienen hacia los mas desprotegidos y olvidados. Lo que comenzó como un acto de sensibilidad social y humana, caridad en buen sentido del término, ha derivado en un modo diferente de pasear y como decia Goethe no perder la capacidad de asombro, incluso llegando al morbo.
La perspectiva se perdió y ahora los paises cooperantes asi como los organismos de financiamiento se perfilan como gananciosos de procurar un rumbo diferente al turismo, rentable y con toda una estructura e infraestructura en la comunidad beneficiaria y las autoridades locales que funciona.
El ejemplo mas cercano lo tenemos con el repunte que ha tenido el turismo haitiano entre los paises desarrollados y capitalistas como gestores y pormotores de este nueva modalidad de consumidor que me atrevería a llamarle sibarita de la pobreza, puesto que siente placer por medio de la impronta que le causan las carencias ajenas.
Recientemente el gobierno haitiano anunció que con apoyo de la cooperación internacional y los organismos multilaterales de financiamiento y algunos paises amigos se embarca en un proyecto de promover el turismo a gran escala para atraer nuevos visitantes.
Haiti, por lo que conozco de oidas, a través de las visitas que mis padres, hicieran antaño de paseo, es un tierra hermosa y con muchos atractivos, pero la pobreza es lo que mas impacta al ojo humano. La indigencia y el desamparo.
Esto se ha tornado en un atractivo para muchos viajeros que cansados tal vez de tanto oropel a su alrededor, optan por ver y adentrarse en lugares pobres, inhospitos y villas miserias.
El promover el consumo solidario de productos y ofertas de paises en vias de desarrollo se ha tornado en una moda que bien pudiera degenerarse en un estilo de vida de los pudientes sin cimentarse grandes transformaciones socieconómicas en las comunidades que visitan.
Fomentar el desarrollo es un propósito de este tipo de turismo, lo que quizás los visitantes no entiendan ni les importe mucho es saber qué ocurre con el dinero que gastan en los negocios de dichos pueblos.
¿A dónde va a parar?
¿Realmente se le retribuye a la comunidad en obras y servicios?
Tarea pendiente.